Santa Alicia de Schaerbeek, también conocida como Aleide o Adelaida, fue una monja cisterciense cuyo culto como santa fue oficialmente reconocido por la Iglesia católica en 1907.
Biografía
Alicia nació en Schaerbeek, cerca de Bruselas, y desde temprana edad mostró un profundo amor por Dios. A los siete años, ingresó en la abadía cisterciense de La Cambre, donde viviría toda su vida. Durante su tiempo en la abadía, Alicia se destacó por su encanto y aguda inteligencia. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando, alrededor de los veinte años, contrajo lepra, una enfermedad temida en esa época.
Con el fin de evitar la propagación de la lepra, Alicia fue aislada del resto de la comunidad y pasó a vivir en una pequeña celda en el jardín del monasterio. La enfermedad la sumió en sufrimientos intensos y la dejó paralizada y casi ciega. A pesar de estas adversidades, su conexión espiritual con Jesucristo se hizo más profunda con el tiempo. Aunque su vida cotidiana se reducía cada vez más, su mundo interior se expandía.
Alicia también experimentó una profunda unión con los demás, incluyendo su comunidad monástica y toda la humanidad. Ofrecía sus sufrimientos por la salvación de los pecadores y las almas en el purgatorio. A pesar de no poder beber del cáliz durante la Sagrada Eucaristía debido al riesgo de contagio, tuvo una visión en la que el Señor le consoló, comunicándole que Él estaba presente tanto en el pan como en el vino consagrados.
Santa Alicia falleció en 1250, a la edad de aproximadamente 30 años. La información sobre su vida proviene de una biografía en latín escrita por un autor desconocido entre 1260 y 1275. Aunque se ha sugerido que un capellán de la Abadía de La Cambre pudo ser el autor, algunos investigadores han planteado la posibilidad de que fuera Arnulfo II de Ghistelles, abad de Villers entre 1270 y 1276.
En 1702, el Papa Clemente XI concedió a los monjes de la congregación de San Bernardo Fuliensi la facultad de celebrar el culto de Alicia. En 1870, se extendió el culto a toda la Orden Cisterciense. Finalmente, en 1907, el Papa Pío X reconoció oficialmente el culto de Santa Alicia de Schaerbeek.