San Arnau (Arnaldo de Soisson) fue un hombre piadoso que pensó constantemente en el bienestar de su población. Así como muchos otros beatos de la iglesia católica, el santo tenía un símbolo, y este era la cerveza. No era una locura el hecho de que le otorgara tanta importancia; en esa época significó algo especial y valioso para los pobladores.
Gracias al uso de la cerveza y a las conferencias impartidas por San Arnau, mucha gente se salvó de la contaminación a la cual estaba expuesta en la edad media debido a la falta de salubridad del líquido vital; el agua. En los próximos apartados conocerás quién es realmente este beato, cuáles fueron sus obras y cuándo se celebra su día.
San Arnau o San Arnaldo, es el patrón de los cerveceros. Este título no fue ganado tomando en las cantinas, como muchos podrían pensar. Consiguió reconocimiento sanando enfermos y protegiendo la salud de muchos con la ayuda de la cerveza; producto que era prácticamente indispensable en ese momento.
El beato también es reconocido como “Patrón de recolectores de lúpulo”. El lúpulo es un cultivo que se fue extendiendo gracias al bien planificado casamiento entre el príncipe de Kent y la princesa Belga de ese momento.
San Arnau nació en Oudernaarde en el año 1040, como el hijo de un caballero llamado Fulbert. Fue soldado en su juventud, y años más tarde, decidió entrar en la abadía para convertirse en monje. Después de un tiempo en la benedictina de Saint Medard, fue nombrado obispo de Soisson.
Huyó varias veces del lugar en donde se encontraba internado, dejando sus obligaciones a un lado. Cuenta una leyenda que en la primera de sus escapadas (siendo un abad), un lobo se le apareció y le obligó a que regresara a cumplir con la orden religiosa. Sin embargo, sus intentos de fuga continuaron.
Al pasar varios años, salió de la abadía, pero esta vez no fue para escapar de sus responsabilidades religiosas, sino para establecer una abadía a la que llamó Sant Peter de Oudenburg. En este recinto, se dedicó a la labor que lo llevó a ser venerado por toda la iglesia católica; fabricar cerveza.
Quizás para algunos pueda parecer extraño que San Arnau (patrón de los cerveceros) sea venerado siendo el licor uno de los tabúes para todos los fieles. Pero todo tiene sus razones; en la edad media, la cerveza era un producto sumamente importante para la alimentación de la sociedad.
De hecho, era indispensable en la dieta del clero, porque se usaba para soportar los largos ayunos que se realizaban en la cuaresma. Por otro lado, en esos tiempos el agua era bastante insalubre. Debido a esto, mucha gente se enfermaba por tomar dicho líquido en condiciones que no eran las adecuadas para el consumo humano.
Esta circunstancia llevó a que los pudientes prefirieran tomar vino o cerveza en lugar de agua. San Arnau se dio cuenta de que la gente del clero contraía menos enfermedades que la población general. Por este motivo, asumió que la cerveza tenía propiedades sanadoras.
No obstante, el hecho de que la gente que tomaba este producto no se enfermara del estómago, se debía a que el agua utilizada en el proceso de elaboración se hervía. Además, todo el material era filtrado a través de conos. Esto significa que todo el material contaminado era extraído.
Según algunos registros, pensó en usar los conos de esta forma en el momento en que tejía mallas para las colmenas de la abadía. Esta es la razón por la que algunas veces San Arnau se representa rodeado de abejas.
El beato estaba convencido de que la cerveza contaba con propiedades que sanaban el cuerpo humano, por lo cual, difundió la información por todas las aldeas que se encontraban en la región. San Arnau decía que este licor era un gran “Don de salud”, y que la gente estaría protegida al consumirla.
También solía referirse a esta como “regalo de la vida”. De acuerdo a testimonios encontrados en escritos antiguos, San Arnoldo logró dar sanidad a muchos enfermos usando cerveza. Por su parte, la campaña de concientización sobre sus beneficios, salvó numerosas vidas en la época de la peste.
San Arnau realizó muchas buenas obras en vida, y milagros después de la muerte. Estos hechos han sido reconocidos por el concilio celebrado en el año 1121 en Beauvais.
San Arnau fue canonizado en el año 1131. Sus reliquias son conservadas en la abadía que él mismo fundó. El día de este beato se celebra el 8 de julio, a pesar de que en el Martirologio romano dice que debería ser el 15 de agosto.
En estas fechas, millones de feligreses se reúnen para recordar aquellos tiempos en los que el beato ayudaba y curaba a los enfermos. Aunque muchos no puedan creerlo, este santo cuenta con una gran popularidad. Varias microcerveceras llevan su nombre, y una de estas es Saint Arnould.
Los registros históricos relacionados con este beato son muy pocos. Sin embargo, pueden hallarse diferentes historias versionadas en otros idiomas, donde aparece el nombre del beato de la siguiente manera:
Arnaldo (en idioma italiano y castellano).
Arnold (en inglés).
Arnauld (en Francés).
Muchos han quedado impresionados por el hecho de que exista un santo de los cerveceros. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que San Arnau no sanó a los enfermos embriagándose, los curó dándoles tragos de la bebida, y por supuesto, pidiendo a Dios con una fe ferviente.
Quizás algunas personas toman esta enseñanza erróneamente, y piensan que pueden andar en libertinaje sin que esto ocasione ningún castigo o daño al cuerpo. Recordemos que el licor excesivo es malo para la salud, y una prohibición de la iglesia católica.
Por otro lado, el hecho de que la cerveza haya sido indispensable en esa época, no significa que lo sea ahora. Es decir, no es necesario ni permitido para un cristiano, embriagarse de bebida por el motivo que sea.
San Arnau la tomó como un símbolo de salud, debido a los milagros que logró llevar a cabo con su ayuda. De hecho, después de muerto se le adjudican algunos prodigios que han sido reconocidos. Actualmente, nuestro venerado se encuentra en el cielo, intercediendo por todos sus fieles creyentes.