El 2 de febrero es celebrado el día de la Señora de la Purificación, conocida también como Virgen de la Candelaria. Los dos títulos le son adjudicados por razones distintas que luego explicaremos. Esta celebración se liga a otras conmemoraciones y tradiciones en varios países. En los próximos apartados sabrás cómo, cuándo y por qué se realiza la conmemoración.
La presentación del niño Jesús es retratada por Champaigne en el año 1648. Ese día se fija también la celebración de la purificación de la virgen, por lo cual se le adjudica también el título de Nuestra Señora de la Purificación. Esta celebración se realiza en casi todas las ciudades de México y en España.
Este, se convirtió en uno de los eventos más famosos del siglo VI y ha perdurado hasta nuestros días. Se dice que el origen de la veneración tiene que ver con las celebraciones Lupercales llevadas a cabo en Roma en el siglo VI.
Hay creencias que alegan que el acto de la presentación del niño Dios y la purificación de la patrona, se realiza en base a Lucas (2:22-40), un pasaje de la biblia que dice que ese día debía ser ejecutado tal acto en el templo ubicado en Jerusalén. Años después, la conmemoración se une con la fiesta formal de la purificación de María, la virgen.
Algunos registros dicen también que la conmemoración de la Candelaria comienza, como en el caso de las fiestas de otras deidades, con un relato antiguo, el cual cuenta que dos viejos habitantes y pastores de Tenerife, encontraron una efigie de la virgen en España, en las islas Canarias.
En México, la veneración es unida con las fiestas dedicadas a Xipe Tótec, Dios de la agricultura. De allí provienen todas las actividades que se realizan ese día en honor a la virgen.
La efigie de la virgen de la candelaria es representada con una piel de color negro, en el siglo XIV por Alonso de Espinosa. Según narradores, en Oriente, en la antigüedad la piel negra simbolizaba sabiduría.
Como su nombre lo indica, la deidad está relacionada con el fuego y la luz, por lo cual, la celebración se centra hacia la iluminación de la virgen purificada, la presentación del niño y la iluminación del camino a través de la perpetua luz de Dios.
Son muchas las tradiciones que se siguen en el acto de la veneración a la virgen:
Los tamales siempre han sido una práctica acostumbrada en las fiestas mexicanas importantes. En la celebración de la virgen, los encargados preparan tamales y los dan como ofrenda a los dioses.
En la época antigua, los pobladores llevaban las mazorcas de maíz a la iglesia, con el fin de bendecirlas y luego sembrarlas para obtener una buena cosecha. Actualmente, en las fiestas de la purificación, es costumbre preparar atole con este cultivo.
Otra práctica muy marcada en el día de la purificación, es vestir al niño y trasladarlo al lugar donde se realiza la misa. Esto, con la finalidad de que el mismo sea partícipe del culto. Luego de que el acto finaliza, el niño es llevado a un lugar recóndito donde permanece el resto del año.
Los habitantes de Tlacotalpan suelen vestirse de rojo para ir a la peregrinación, en compañía del arzobispo y los devotos de la virgen de la Candelaria y Señora de la Purificación.
En medio de la celebración también se acostumbra a lanzar fuegos artificiales y a realizar actividades especiales para niños y jóvenes.
Esta es otra actividad realizada en la fecha en la que se celebra la purificación y día de la Candelaria. En Xochimilco se hace el cambio de la mayordomía. Por su parte, en Coatetelco se acostumbra a ofrendar tamales de ceniza y pipián.
El día de la Señora de la Purificación es una de las fechas más importantes para los mexicanos y españoles. En especial, porque la celebración se une a tradiciones que datan de la época antigua, donde el cultivo y la iluminación eran los elementos más fundamentales para el hombre. Las prácticas acostumbradas en el acto de conmemoración, vienen de rituales llevados a cabo desde siglos pasados.